El tulipán que causó una burbuja. Nuestra compañera Susana Martínez en "La Verdad" de Murcia

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DIARIO "LA VERDAD", 30/07/2025

SEMPER AUGUSTUS: EL TULIPÁN QUE CAUSÓ UNA BURBUJA

Susana Martínez (Universidad de Murcia)

Holanda se dejó arrastrar por la fiebre especulativa, cantidades desorbitadas se llegaron a pagar por los (futuros) tulipanes más apreciados

Hubo un tiempo en que la flor más bella era el tulipán “Semper Augustus”. También la más cara. Irracionalmente cara. De hecho, fue la causante de provocar la burbuja económica más conocida de la historia: la crisis de los tulipanes en Holanda de 1637. El tulipán es una flor de origen turco, y su nombre en Occidente es fruto de un error de traducción. En 1554 el embajador austríaco Ogier Ghislian de Bubecq preguntó a un extranjero por la flor que adornaba su turbante, pero este respondió que lo que llevaba en la cabeza era un “tülbend”, que significaba “turbante”. La flor llegó a Europa, donde se consideró un producto exótico y también valioso, pues era un regalo frecuente de los sultanes turcos a los diplomáticos europeos. El botánico holandés Carolus Clusius cultivó tulipanes en los jardines de la Universidad de Leyden para estudiar sus propiedades medicinales, pero sus vibrantes colores en primavera sedujeron a la clase alta, que se aficionó a este bulbo, creando una moda.

Holanda en el siglo XVII era una sociedad prospera, si bien austera en sus costumbres -como exigía el calvinismo, y el protestantismo en general-. Las flores, por su belleza natural y el cuidado que requerían. eran un símbolo de riqueza y cultura. De entre todas ellas, el tulipán era la pieza más codiciada de todo jardín. Y había una predilección por un tipo concreto de flor, muy rara, con patrones de vetas blancas sobre el color de la tulipa: el 'Semper augustus'. Lo que entonces era azar y fascinación de bitánicos, terminó por encontrar una explicación científica en los años 1920: ¡un virus causaba tales vetas de colores! El tan atractivo 'Semper augustus' era el resultado del ataque del potyvirus, un virus que además de jaspear la flor, provocaba su deterioro. Pero los holandeses del siglo XVII no comprendían como la tulipa podía tener ese extraño aspecto, y esto la hacía atractiva por su rareza.

¿Cómo se inició en este lucrativo negocio de los tulipanes? Al principio se intercambiaban sus bulbos antes de que llegara el momento de la siembra. Dada la insaciable demanda que surgió en la década de 1630, los compradores multiplicaron el precio y el mercado adquirió un claro sesgo especulador. Se elucubraba sobre el color y la calidad de la flor antes de que hubiera certeza sobre la misma, con el objetivo de subir su precio. Hay que señalar que el precio no era un reflejo fiel del valor del tulipán: se especulaba con él, alimentando la esperanza de que se convirtiera en una bella flor. Esta actividad de intercambio llegó a ser tal que se estableció un mercado regular para su comercio en las lonjas de las principales ciudades del país (Ámsterdam, Róterdam, también Leyden, donde habíamos dejado al botánico Carolus cultivando los primeros tulipanes). Las lonjas de contratación, “bourses”, eran lugares de encuentro entre compradores y vendedores y en donde se comercializaba con una amplia gama de productos. En estas Ionjas está el origen de las actuales bolsas financieras. Y que surgieran en Holanda se debió a que entonces, en el siglo XVII, era una de las regiones más prósperas de Europa.

Holanda se dejó arrastrar por fiebre especulativa, cantidades desorbitadas se llegaron a pagar por los (futuros) tulipanes más apreciados: animales de tiro, sueldos de años, incluso mansiones. Pero en febrero de 1637 el mercado se colapsó. Estalló la burbuja: empezaron a quedar bulbos sin vender, como si el mercado ya no tuviese capacidad de absorber más potenciales tulipanes. La noticia corrió con rapidez por toda Holanda y los precios cayeron en picado. Nadie compraba las flores, y esto generó quiebras y bancarrotas. De hecho, la propia economía holandesa entró en quiebra. Hoy el tulipán sigue siendo una de las imágenes más reconocibles de Holanda, y un producto importante para su economía. Holanda es su principal productor y exportador mundial, generando millones de euros anuales. También impulsa las actividades turísticas, pues miles de personas acuden cada año a contemplar sus campos de cultivos y jardines, como los de Keukenhof. Ya no existe tal fascinación por el Semper augustus, pues como tal no se comercializa. aunque la flor encierra una lección económica atemporal ligada a la historia de las burbujas especulativas.

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