María Victoria Arechabala y Antonio Santamaría (2023), Arechabala. Azúcar y ron, 1878-1959, Aranjuez, DoceCalles.
ISBN: 9788497444620
osé Arechabala S. A., antes La Vizcaya, fue creada en Cárdenas, Cuba, en 1878, y su trayectoria empresarial duró hasta su nacionalización después de la revolución de 1959. La fundó la persona que acabó dando nombre a la compañía, dedicada a al almacenaje y comercialización de azúcar y miel y destilado de estas (fue alcoholera y destiladora) y, enseguida, al refinado de sacarosa, en 1903, en una país donde se producía crudo para exportar. Con el tiempo extendió su negocio a cualquier manufactura posible con los derivados de su materia prima, pero el acabado del dulce y la fabricación de combustibles fueron su fuente principal de ingresos. Su trayectoria fue exitosa, sorteo y supo aprovechar como oportunidad todas las crisis que sufrió su sector en la isla y adaptase a los diferentes contextos y acabó elaborando una línea de licores entre los cuales el más conocido fue la marca de ron Havana Club, para la que empleó todos los instrumentos de marketing disponibles en su momento.
Havana Club Arechabala no es la marca que se consume actualmente, pues con ella desde la revolución de 1959 se hizo un ron diferente y en otras empresas. Para sus creadores, además, fue más bien un producto de empresa concebido como parte del criterio de expansión de esta, como se ha señalado, centrada en el refinado de azúcar, fabricación de alcohol y combustibles. Con el tiempo potenció actividad naviera y vinculación al desarrollo del turismo en el país (Cárdenas está solo a 15 kilómetros de Varadero).
Este libro es una historia empresarial y de vida, de la familia creadora de la empresa, que se han procurado sumar y compatibilizar con las escasas fuentes primarias disponibles (los archivos de la familia) y algunos otros y estudios y reportes de su sectores de negocios. Alberga, además, una copiosa colección de fotografías y documentos gráficos. La compañía editó una revista y un libro que han permitido, junto a lo conservado por los herederos de sus fundadores y gestores, construir también una obra ilustrada con su propio valor y con interés en el patrimonio industrial y cultural que ha dejado la sociedad.
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